La Falacia del Comportamiento Higiénico en la Apicultura

Bienvenidos a otro artículo de Apicultura Especializada. Hoy vamos a abordar un tema que genera bastante discusión en el mundo de la apicultura: el comportamiento higiénico de las abejas. Aunque este concepto ha ganado popularidad como una estrategia para controlar el ácaro Varroa destructor, hay muchos malentendidos sobre su eficacia y utilidad. En este artículo, profundizaremos en lo que realmente significa el comportamiento higiénico y por qué no siempre es la mejor estrategia para la resistencia a la Varroa.

¿Qué es el Comportamiento Higiénico en las Abejas?

El comportamiento higiénico es una característica observada en las abejas Apis mellifera y Apis cerana, que consiste en detectar, destapar y remover pupas afectadas por enfermedades o parásitos. Cuando las abejas obreras identifican una pupa dañada o enferma dentro de la colmena, abren el opérculo de la celda y retiran la pupa afectada para proteger a la colonia.

Inicialmente, este comportamiento se estudió como un posible mecanismo de defensa contra el ácaro Varroa, ya que se pensaba que la eliminación de pupas infectadas podría ayudar a controlar su propagación en la colmena. Sin embargo, como veremos, hay varios problemas en depender exclusivamente de este comportamiento para el control del Varroa.

Varroa: Un Parásito No Nativo para las Abejas Apis mellifera

El ácaro Varroa destructor es un parásito que afecta principalmente a las abejas Apis cerana, que han coevolucionado con este ácaro y desarrollado mecanismos de defensa naturales. Sin embargo, el Varroa destructor no es originario de las abejas Apis mellifera, las especies más comúnmente utilizadas en apicultura en América y Europa.

Este parásito se introdujo en las abejas Apis mellifera hace relativamente poco en términos evolutivos, por lo que estas abejas no han desarrollado mecanismos de defensa tan efectivos como las abejas Apis cerana. Este hecho ha llevado a los apicultores e investigadores a buscar estrategias de control, entre las cuales se popularizó el test del comportamiento higiénico.

La Prueba del Comportamiento Higiénico y sus Limitaciones 🧪

Para evaluar el comportamiento higiénico, se desarrollaron pruebas que consisten en perforar las pupas dentro de las celdas de la colmena con un alfiler entomológico. Esto causa daño a las pupas, y las abejas que muestran un comportamiento higiénico tienden a remover rápidamente las pupas perforadas.

Aunque esta prueba fue aceptada en un inicio, con el tiempo se detectaron varios problemas:

1. Falsos Positivos: La perforación física genera un daño que las abejas pueden detectar fácilmente, pero esto no significa que estén identificando la presencia de un ácaro o una enfermedad. Las abejas simplemente responden al daño mecánico.

2. Extravasación de Hemolinfa: Al perforar la pupa, se libera hemolinfa (un fluido similar a la sangre en insectos), lo que facilita la detección del problema. Esto no simula el proceso real de infección o parasitismo, ya que el ácaro Varroa no causa este tipo de extravasación.

Para mejorar la precisión de estas pruebas, algunos investigadores comenzaron a usar métodos como congelar las pupas o usar nitrógeno líquido para matarlas sin dañar el opérculo. Estos métodos permitieron un análisis más realista de la capacidad de las abejas para detectar problemas internos en las pupas, aunque el comportamiento higiénico siguió mostrando limitaciones como estrategia exclusiva de control del Varroa.

La Falacia del Comportamiento Higiénico

El problema principal de depender exclusivamente del comportamiento higiénico para el control del Varroa es que las abejas tienen múltiples mecanismos de defensa, y centrarse solo en uno puede resultar ineficaz. Además, la selección artificial intensiva para promover el comportamiento higiénico puede tener consecuencias inesperadas.

Un ejemplo ilustrativo de esta limitación ocurrió en un estudio en el Reino Unido, donde se aplicó una presión de selección muy alta sobre abejas que mostraban un comportamiento higiénico elevado. Después de varias generaciones, los investigadores observaron que estas abejas pasaban tanto tiempo limpiando y removiendo pupas que descuidaban otras labores importantes, como la recolección de néctar y polen. En resumen, las abejas se volvieron muy higiénicas, pero poco productivas.

Este ejemplo demuestra que centrarse en una sola característica, como el comportamiento higiénico, no es la solución óptima para el manejo de colmenas resistentes y productivas.

Otros Mecanismos de Defensa en las Abejas 🛡️

Además del comportamiento higiénico, las abejas Apis mellifera han desarrollado otros mecanismos de defensa contra el Varroa, que incluyen:

1. Grooming o Limpieza: Las abejas adultas pueden limpiar activamente su cuerpo y el de otras abejas para retirar los ácaros Varroa. Incluso pueden morder y matar a los ácaros.

2. Comportamiento VSH (Higiene Sensible a Varroa): Este comportamiento permite a las abejas detectar y remover pupas afectadas, específicamente por Varroa, reduciendo así la carga parasitaria de la colmena.

3. Recapping (Re-operculación): Las abejas pueden abrir celdas con pupas potencialmente infectadas, inspeccionar el estado de la pupa y luego cerrar nuevamente la celda si no detectan problemas graves. Este comportamiento permite un nivel adicional de monitoreo sin comprometer la producción.

Estos mecanismos, junto con el comportamiento higiénico, forman un sistema de defensa integral. Ignorar cualquiera de ellos limita la capacidad de la colmena para defenderse de amenazas.

Factores Intrínsecos de la Varroa que Ayudan en su Control

Además de los mecanismos de defensa de las abejas, el propio ácaro Varroa tiene limitaciones reproductivas que los apicultores pueden aprovechar. Dado que los ácaros Varroa tienen una alta tasa de endogamia (cruce entre hermanos), sufren problemas genéticos que limitan su capacidad reproductiva.

La endogamia en la Varroa resulta en problemas de fertilidad y defectos en su descendencia. Este fenómeno, combinado con los mecanismos de defensa de las abejas, puede ayudar a mantener la población de Varroa bajo control, aunque no es una solución definitiva.

El Ejemplo de las Abejas Africanizadas 🐝

Las abejas africanizadas en América Latina ofrecen un ejemplo interesante de resistencia natural a Varroa. Durante el proceso de africanización, muchos apicultores abandonaron la actividad apícola debido al comportamiento defensivo de estas abejas. Esto dejó a las abejas africanizadas "a su suerte", permitiendo que la selección natural actuara.

Con el tiempo, las abejas que lograron sobrevivir a la Varroa y otras amenazas se reprodujeron y fortalecieron la población. Hoy en día, las abejas africanizadas en América Latina son naturalmente resistentes a Varroa, y los apicultores de la región rara vez necesitan tratamientos químicos para controlar el parásito.

Conclusión

El comportamiento higiénico en las abejas es solo una de varias estrategias para enfrentar la Varroa. Aunque esta característica ha sido estudiada y promovida, centrarse exclusivamente en ella puede llevar a problemas en la productividad y salud de la colmena. Las abejas han desarrollado una defensa multifactorial contra la Varroa que incluye grooming, VSH, recapping y factores reproductivos del parásito.

En la apicultura moderna, es esencial considerar todos estos factores en lugar de depender de un solo mecanismo de defensa. Las abejas africanizadas en América Latina demuestran que la diversidad y la selección natural son herramientas poderosas para lograr una resistencia efectiva.